miércoles, 21 de octubre de 2009

Milenne

Era una noche de esas sin éxito y sin final evidente, con dinero en los bolsillos y la soledad de siempre como única compañía. Recorría los bares de la ciudad en busca de gente conocida para seguir tomando o encontrar una chica lo suficientemente decidida, como para no tener que montar un show de conquista en mi estado etílico. Así fue avanzando la noche hasta casi las 3:30 de la madrugada, con la mayor parte de locales cerrando y la gente que yo conocía, ya estaba inmersa en sus cosas.

Siempre fui un tipo divertido, rodeado de gente y pero con mucha represión sexual, a pesar de mis modales no sentía fascinación por la conversación de algunas chicas, si no mas bien las imaginaba subidas en la mesa sobre la cual charlábamos haciendo sexo anal con el mozo del lugar. Esto se convirtió en rutina, pronto cada vez que entraba borracho a un bar podía ver una orgia salvaje que me excitaba mucho, y terminaba por hacerme proceder de manera estupida.

Esa noche encontré a Flavio, un compañero de colegio con muy mala reputación. El siempre estuvo metido en líos gruesos y por lo mismo todos tratábamos de evitarlo. El se acerco y me dijo -aquí no pasa nada flaco, mejor vamos al Lost- un antro donde abundaban las putas y los gays de la ciudad. Yo le dije que no por que andaba buscando a unas amigas, y me despedí. Sin embargo, su invitación me hizo ver que habían límites mas distantes de los que yo me trazaba, y además era obvio que para mi esta noche en tramites normales había terminado. Sin pensar mucho Salí a la puerta y enrumbe al lugar en busca de juerga y mi amigo Flavio.

Cuando llegue el lugar estaba repleto, la gente parecía loca, algunos sin camisa bailando entre hombres, y besándose en la boca, también había chicas y travestis saltando como locos al ritmo de la música. Sin saber donde ubicarme comencé a dar vueltas por el lugar para buscar a mi amigo. Subí unas escaleras hasta el mezanine y llegue a un privado, que tenia la puerta entre abierta, allí estaba Flavia con dos travestis. El me saludos invitándome a pasar, solicito al mozo mas licor y me acomodo al lado de Diana, un travesti pequeño de rasgos mestizos, con el estomago plano y las curvas altas y bajas realmente bien definidas.

No hubo tiempo de mas Diana me pregunto si quería jugar con ellos a la botella borracha, y yo acepte, girando la botella con fuerza. Me toco perder y ser castigado por America, la travesti que estaba con Flavio, ella me indico resistir un baile caliente de Diana sin tener una erección. Yo sonreí seguro de mi mismo, me tome de golpe el vaso servido sobre la mesa y arrime mi silla en espera del tormento. Ella se paro frente al vidrio del privado y comenzó el baile frotándose frente a la multitud de gente en la pista, se saco el sujetador, y mostró al publico sus pequeños pechos, logrando arrancar todo tipo de aplausos y barras, se bajo la falda y sin pensar en nada se quito la tanga frotando sus perfectas nalgas en el vidrio, enloqueciendo a la audiencia, yo no podía ver bien a Diana por que la luz venia de ella hacia mi solo podía notar sus curvas, y el movimiento salvaje de su pelo suelto, era estupenda, y además sumamente sexi. Ella dio por terminado el baile y se acerco a la meza, yo suspire y me pare para aplaudir, en tanto America le exigió a la danzante que verifique mi entusiasmo. Hasta aquí no había notado tener una erección tan fuerte, sin mas se puso en cuclillas frente a mi para hacer publico su triunfo.

Ella a sabiendas de haberme conquistado, saco mi pene totalmente erecto y se lo metió en la boca, fue una sensación diferente de un solo bocado y sin ningún obstáculo lo introdujo en su boca caliente, para sacarlo con calma y la suavidad fascinante de sus labios gruesos. Mientras esto sucedía una y otra ves, desabrocho mi pantalón y comenzó a desnudarme, lamiendo mis muslos y testículos, mientras acariciaba mis nalgas. Para cuando me recobre de la impresión Flavio estaba majándole la pija a su travesti y ambos me miraban. Yo sonreí y me deje llevar, estaba dispuesto a llegar al mismo infernó si era necesario con tal de seguir gozando de manera tan intensa. Los dedos húmedos de Diana comenzaron a rosar mi esfínter, mientras su boca se ocupaba cada vez mas de mis nalgas. El mozo entro y solicito pagáramos por el privado, yo acepte a sabiendas de no poder frenar esta experiencia, el cerro la puerta. America se desnudo y se puso en cuatro patas sobre la mesita de centro, Flavio la copio por atrás y frente a mi los vi. a menos de 70 cms. Mientras Diana seguía haciéndome el oral mas alucinante de la historia.

Diana se desnudo completamente y comenzó a rozar sus pechos por mi cuerpo, se sentó a mi lado y comenzó a buscar mi cuello con su boca, empujándome de lado para lamer mi espalda, pronto entendí sus intenciones y sentí un pene duro y largo, rozándome los muslos, me beso las nalgas y relamió mi anos introduciendo de cuando en cuando su lengua, era una sensación especial, yo estaba a mil por hora sintiendo que me iban a follar y viendo frente a mi como disfrutaba de esto America. Diana se coloco el condón, comenzó a puntearme de lado, procurando por indicación de Flavio que les dejara espacio para ver. Yo cerré los ojos y sentí sus dedos hurgando en mi, jugando mientras su boca me arrancaba los miedos del cuello y la espalda. Ella se acomodo y comenzó a entrar en mi, fue una sensación inexplorada y salvajemente excitante, se confundían los reparos de mi hasta entonces normal vida, con la mas increíble experiencia jamás vivida. America y Flavio, se movían con mayor fuerza y el saber que podía excitarlos a ellos, teniendo a Diana totalmente excitada dentro de mi, y con mas de 500 personas bailando frente a nosotros me hacia sentir especial. Diana se acomodo nuevamente y me susurro –bienvenido a cielo, amor- introduciendo lentamente pero sin pausas todo su largo pene en mi, yo exclame un gemido al ritmo de arremetida, y sentí la textura y lo caliente que estaba ella. No me perdí detalle de esto, hasta hoy pese a los años y los tragos de esa noche, recuerdo cuan caliente era su pija, lo suave de esta, y el tamaño que tenia. Fue genial ver a Flavio y America excitándose con mi debut sexual, y fue increíble sentir a Diana en mi.

Diana se movía cada vez mas duro y me obligo a estar boca abajo, en tanto pude sentir que America la remplazo. Esta vez fue distinto, ella era mas tosca y tenia un pene mas grande, pero fue riquísimo por que la sacaba toda y la metía con fuerza, mientra Flavio clavo a Diana sentado a mi lado en el sillón. Por ultimo y antes de eyacular, America se puso de pie y le ordeno a Diana terminar el trabajo con su boca, mientras Flavio se acostó sobre mi y me penetro diciéndome al oído –ahora trabajas para mi- yo no entendí, solo lo deje seguir y venirse dentro, pude sentir sus leche caliente, y sobre todo cuando me la saco, sentí como me brotaba semen del trasero, embarrando mis piernas.

Todos estábamos exhaustos y felices, los invite a dormir a un hotel el resto del fin de semana, y continuamos locos.

Desde entonces me hice novio de Diana, y atendemos de manera discreta algunos de los clientes de Flavio, quien no ha parado de cogerme desde entonces, obligándome a travestirme una vez por semana, con lo cual debo confesar soy muy feliz.

No hay comentarios:

Publicar un comentario