miércoles, 21 de octubre de 2009

Mi Profesora de Ingles y su Cola

En 1996 yo tuve en la secundaria una profesora (a la que discretamente llamaremos Roxana) de inglés de 35 años con un orto espectacular. Usaba jeans femeninos bien ajustados, que le marcaban bien la cola, la cual debido a la forma del pantalón, le quedaba como abierta, es decir las nalgas bien separadas. Recuerdo que yo pensaba que cuando se lo sacara le quedaría el culo con esa forma, las nalgas bien abiertas y que su pareja la tendría así fácil para metérsela. Recuerdo lo calientes que estábamos con ella, que además estaba buena en general y era bastante linda de cara, rubia, fina y femenina. Era lo mejor cuando se agachaba a explicarle a alguien y el que quedaba atrás quedaba frente a esa maravilla. ¡Las que le habré dedicado! Una vez estaba yo tan caliente que tuve que pedirle permiso para ir al baño y hacerme una buena paja. Pude ir y me hice una!

Bueno, terminada la presentación, les cuento mi reencuentro con ella, en plena década actual. Nos conocimos (nuevamente) por chat. Ella estaba aburrida de su matrimonio y yo sigo tan caliente como en secundaria. (Supe que era ella cuando me envió una foto). Yo no le dije quién era, y cuando nos encontramos personalmente no me reconoció de la escuela y tampoco por suerte se decepcionó. (ella había preferido que yo no le enviara foto, quería una sorpresa). Nos encontramos en un bar y yo llevaba una rosa roja en la mano para que ella me identificara. Fuimos a su casa, donde se sacó el vestido y quedó en conjunto rosa de lencería: bombacha cola-less, corpiño , portaligas y medias. ¡Todo rosado!¡Que calentura! Nos besuqueamos, me la chupó un rato y ansioso le pedí que se ponga en cuatro. Lo hace y queda ante mí esa hermosura. ¡Mi sueño de adolescente se hizo realidad! Por fin tenía ese ojete espectacular a mi entera disposición . Se lo manoseé un buen rato, besé, pellizqué, lamí, rocé con mi pija, todo. También acariciaba sus piernas enfundadas en medias rosas con mucho cariño, sintiendo la suavidad de la lycra y de su piel cuando tocaba más arriba y no había media. Luego le bajé la bombachita y le mandé unos dedos y después hice fisting. Se notaba que lo había usado bien su marido! Le entraba de todo fácilmente, o sea ya lo tenía rotísimo. Por fin le metí la verga rápidamente y entró con facilidad. Cojí, cojí y cojí. Los años que soñé con romper ese culo y ahora lo estaba haciendo! A todo esto, sin forro, así que cuando me vine le llené el recto de leche. Cuando la saqué, ella se metió dos dedos, sacó leche y se la llevó a la boca. Le prometí que la próxima me venía en su boca. Nos recostamos felices, ella rota y satisfecha y yo habiendo cumplido el sueño del pibe. Ese fue el primero de muchos ardiente encuentros como amantes, de romance entre mi verga y su orto. ¡Me salió puta, la teacher!

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